La gente suele confundir la inducción con Onboarding y en mi opinión profesional, no tienen nada que ver. Si comparamos el proceso de llenar documentos, recibir informaciones generales de la empresa, sus beneficios, comunicar la visión, misión y valores de la organización; dar un tour por la empresa, presentarlo y demás acciones que se llevan a cabo al entrar un nuevo empleado, puedo decir que esto NO es onboarding. Si te has preguntado "¿Por qué?" Esta es la respuesta:
Onboarding es un proceso bien estructurado que permite al nuevo colaborador insertarse en la cultura de la empresa y entregar resultados lo antes posible, no precipitando el proceso; más bien ayudando al nuevo colaborador con sus nuevos objetivos, expectativas de los líderes, qué se espera en cada proyecto. Normalmente para posiciones profesionales y algunas gerenciales, onboarding puede tener una duración desde 90 días hasta más de 1 año y durante este período se desarrollan comportamientos claves que permiten construir la base de conocimientos que utilizará el nuevo empleado para ser productivo a largo plazo.
Un seguimiento ininterrumpido y retroalimentación constante, así como definiciones claras y la interrelación de los objetivos con otras áreas de la organización son elementos a considerar por las áreas de capital humano y los líderes de la organización.
Le recomendamos que tenga suficiente cuidado en el proceso de onboarding para que el nuevo colaborador logre cada vez más estar a bordo con su empresa, logre comprometerse y hacer "fit" con la cultura que allí se ha formado para que pueda entregar los resultados esperados.
Un consejo más: el rol del líder en este proceso debe estar en todo momento asegurándose de estar apoyando al nuevo colaborador con retroalimentación y coordinaciones adecuadas.